El 20 de febrero de 2025, Meta, la gigante tecnológica detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp, lanzó una bomba corporativa que ha encendido las redes sociales y las charlas en las oficinas: sus ejecutivos ahora podrán ganar bonos de hasta el 200% de su salario base, un salto enorme desde el 75% que recibían antes. Este anuncio, detallado en un informe presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), llega apenas una semana después de que la compañía despidiera al 5% de su fuerza laboral global, unas 3,600 personas, bajo el argumento de eliminar a los "de bajo rendimiento". La yuxtaposición de estas dos decisiones—premiar a los de arriba mientras se recorta abajo—ha desatado un torbellino de opiniones, desde aplausos por mantener el talento hasta acusaciones de insensibilidad. ¿Qué está pasando en Meta y qué nos dice esto sobre su rumbo? Vamos a profundizar.
El nuevo plan de bonos: Un salto al 200%
El cambio en las bonificaciones no es menor. Según el informe corporativo, el Comité de Compensación, Nominación y Gobernanza de Meta aprobó el 13 de febrero de 2025 un aumento en el porcentaje objetivo de su plan de bonos anuales para los ejecutivos, excluyendo al CEO Mark Zuckerberg. Antes, estos altos cargos podían aspirar a un bono del 75% de su salario base; ahora, esa cifra se ha disparado al 200%. En términos prácticos, un ejecutivo con un salario base de $1 millón—anteriormente elegible para un bono de $750,000—podría ahora embolsarse hasta $2 millones adicionales, dependiendo del desempeño de la compañía.
Meta justificó esta movida diciendo que su compensación ejecutiva estaba rezagada frente a la industria. El informe señala que, antes del aumento, el "total de compensación en efectivo objetivo" para sus ejecutivos estaba "en o por debajo del percentil 15" en comparación con empresas similares, como Amazon, Google o Apple. Con este ajuste, Meta asegura que la compensación total ahora se alinea con el percentil 50 de sus competidores, un estándar más competitivo para retener talento de élite en Silicon Valley. Sin embargo, el hecho de que Mark Zuckerberg quede fuera del plan no sorprende: desde 2013, el CEO recibe un salario simbólico de $1 al año, y su fortuna—valuada en $245,000 millones—proviene casi enteramente de sus acciones en la compañía.
Despidos en paralelo: El 5% fuera
El anuncio de los bonos llega en un momento incómodo. Apenas una semana antes, el 10 de febrero, Meta comenzó a notificar a unos 3,600 empleados—el 5% de su plantilla global—que estaban siendo despedidos. En un memo interno filtrado a Bloomberg, Zuckerberg explicó que estas bajas apuntaban a quienes "no cumplieron con las expectativas durante el año", parte de un esfuerzo por "moverse más rápido" con los "mejores equipos" en un 2025 que describió como "intenso". Los afectados recibieron paquetes de indemnización generosos: 16 semanas de salario más dos semanas adicionales por cada año trabajado.
Pero no todos están de acuerdo con la narrativa oficial. Exempleados han salido a las redes sociales y a medios como Business Insider a cuestionar la etiqueta de "bajo rendimiento". Algunos, como Kaila Curry, una exgerente de contenido, aseguran que nunca recibieron advertencias ni planes de mejora antes de ser despedidos. Otros afirman que las bajas se debieron más a recortes de costos que a desempeño, señalando que incluso quienes tenían revisiones positivas en 2024 perdieron sus puestos. "Meta es la empresa tecnológica más cruel", escribió un exempleado en X, alegando que la prioridad de la compañía está en las ganancias, no en su gente.
Una decisión que enciende el debate
La combinación de bonos millonarios y despidos masivos ha puesto a Meta en el ojo del huracán. En redes sociales, la reacción ha sido feroz. "Siempre más para los de arriba, menos para los trabajadores", tuiteó un usuario, resumiendo el sentir de muchos. Otro escribió: "Despiden a miles y luego se premian a sí mismos. Es difícil escapar de Meta en esta era de redes sociales, pero ojalá pudiéramos". La crítica no es solo emocional; apunta a una pregunta ética: ¿es justo aumentar las recompensas de los ejecutivos mientras miles buscan empleo?
Por otro lado, hay quienes defienden la decisión. En Silicon Valley, los bonos del 200% no son raros para ejecutivos de alto nivel. Empresas como Apple y Amazon han usado incentivos similares para mantenerse competitivas, y Meta argumenta que sin este ajuste perdería talento clave frente a rivales. Además, la compañía está en una posición financiera sólida: sus ingresos del cuarto trimestre de 2024 crecieron un 21% a $48,390 millones, superando expectativas gracias a la publicidad y avances en inteligencia artificial (IA). Para algunos analistas, como los de Fortune, este crecimiento justifica recompensar a los líderes que están llevando a Meta hacia un futuro impulsado por la IA y productos como las gafas inteligentes.
El contexto financiero y estratégico
Para entender el panorama completo, hay que mirar los números y la estrategia de Meta. En 2023, la paga media de un empleado en la compañía fue de $379,000, según un informe SEC, una cifra que refleja su apuesta por talento de alto calibre. Sin embargo, el mismo año, Meta recortó su distribución anual de opciones de acciones para empleados regulares en un 10%, según Financial Times, una medida que contrasta con los bonos ejecutivos. Mientras tanto, Zuckerberg ha delineado planes ambiciosos para 2025: invertir entre $60,000 y $65,000 millones en IA, con la meta de convertir a Meta AI en el asistente virtual más usado del mundo y a Llama 4 en un modelo líder.
Estos proyectos requieren liderazgo fuerte, y Meta parece dispuesta a pagar por él. Pero el costo humano de esta estrategia no pasa desapercibido. Los despidos, aunque afectan a un porcentaje relativamente pequeño de su fuerza laboral de más de 72,000 empleados, se suman a recortes previos—11,000 en 2022 y 10,000 en 2023—que muestran un patrón de "optimización" que no todos celebran.
Las voces críticas y el contraste
El contraste entre los bonos y los despidos ha dado munición a los críticos. Joseph Stiglitz, economista ganador del Nobel, ha advertido en el pasado que priorizar las ganancias corporativas sobre los trabajadores puede agrandar la brecha de desigualdad, un eco que resuena aquí. En Argentina, donde Milei y Musk se aliaron simbólicamente en la CPAC 2025 para recortar burocracia, la filosofía de "menos es más" choca con las realidades de quienes pierden sus empleos. En Meta, exempleados han compartido historias de despidos abruptos tras años de servicio, algunos incluso mientras estaban de licencia aprobada, lo que alimenta la percepción de una empresa más enfocada en el balance que en su gente.
Sin embargo, no todo es blanco y negro. Los bonos no son un regalo automático; están ligados al desempeño corporativo. Si Meta no cumple sus metas—como el éxito de su IA o el crecimiento en publicidad—esos $2 millones por ejecutivo podrían reducirse. Y en un mercado donde el talento tecnológico es ferozmente disputado, perder ejecutivos clave podría ser un golpe mayor que el costo de estos incentivos.
¿Hacia dónde va Meta?
El aumento de los bonos y los despidos son dos caras de la misma moneda: una Meta que se prepara para un 2025 definitorio. Zuckerberg ha dicho que este será "un año intenso", con inversiones masivas en IA y una reestructuración para enfocarse en prioridades estratégicas. Los ejecutivos, al parecer, son vistos como los generales de esta batalla, mientras que los empleados despedidos son bajas colaterales en un esfuerzo por aligerar la carga.
La pregunta que queda es si este enfoque es sostenible. Los $48,390 millones en ingresos del último trimestre muestran que Meta tiene el músculo financiero para respaldar sus decisiones, pero la moral de su fuerza laboral y la percepción pública podrían sufrir. ¿Es este aumento en los bonos un reconocimiento justo al liderazgo o un paso en falso en un momento de sensibilidad? Mientras las acciones de Meta suben un 16% en lo que va de 2025, el debate sigue abierto.
Una balanza en juego
Meta ha puesto sus cartas sobre la mesa: bonos del 200% para sus ejecutivos y despidos para el 5% de su plantilla. Es una apuesta por el talento de élite y la eficiencia, pero también un riesgo en términos de imagen y cohesión interna. Mientras Zuckerberg sueña con un futuro liderado por la IA, el presente está lleno de tensiones entre quienes dirigen y quienes ejecutan. ¿Crees que estos bonos son un premio merecido o una señal de prioridades torcidas? La respuesta, como el impacto de esta decisión, dependerá de cómo Meta equilibre sus ambiciones con su humanidad.
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