Tomorrow Bio: Criónica, el sueño de la inmortalidad desde Berlín

La muerte ha sido, desde siempre, el gran punto final de la existencia humana. Pero, ¿y si no lo fuera? Una empresa berlinesa llamada Tomorrow Bio está desafiando esa certeza con una propuesta tan fascinante como controversial: preservar el cuerpo (o solo el cerebro) tras la muerte mediante criónica, con la esperanza de que la ciencia del futuro pueda devolver la vida. Por $217,000 dólares puedes optar por la preservación de cuerpo completo, o por $81,000 limitarte al cerebro. Este servicio, que ya ha captado la atención de más de 700 clientes en todo el mundo, combina tecnología de punta con una visión audaz del mañana. Lanzado oficialmente en Europa en 2019 y expandido a Estados Unidos en julio de 2024, Tomorrow Bio está redefiniendo lo que significa “morir” en el siglo XXI. Este artículo desglosa cómo funciona esta tecnología, qué promete y qué significa para el futuro de la humanidad. ¿Es esto el comienzo de la inmortalidad o una apuesta arriesgada?


¿Qué es Tomorrow Bio y cómo opera?


Tomorrow Bio no es una empresa típica. Fundada en Berlín por el Dr. Emil Kendziorra y Fernando Azevedo Pinheiro, se presenta como pionera en criónica o “bioestasis”, como prefieren llamarlo en Europa. Su misión es simple pero ambiciosa: preservar cuerpos humanos tras la muerte legal en un estado que permita a la biotecnología futura reanimarlos y curar lo que los mató. El proceso empieza en el momento exacto en que una persona es declarada fallecida. Equipos especializados, ubicados en ciudades como Berlín, Ámsterdam y Zúrich, llegan en ambulancias adaptadas que funcionan como quirófanos móviles. Estas unidades comienzan la preservación en el acto, un detalle clave para minimizar el daño celular.


El método es complejo pero fascinante. Primero, se enfría el cuerpo rápidamente a -80°C para detener la descomposición. Luego, se reemplazan los fluidos corporales con soluciones crioprotectoras, una especie de anticongelante médico que evita la formación de cristales de hielo, los cuales destrozarían tejidos delicados como el cerebro. Una vez estabilizado, el cuerpo (o cerebro) se traslada a las instalaciones de la European Biostasis Foundation (EBF) en Rafz, Suiza. Allí, durante 10 días, la temperatura se reduce gradualmente hasta -196°C, el punto en que el nitrógeno líquido mantiene todo en un estado de suspensión indefinida. Estas instalaciones, situadas en una zona de bajo riesgo sísmico y alejada de inundaciones, están diseñadas para durar siglos.


Características clave del servicio


El enfoque de Tomorrow Bio tiene varios aspectos que lo destacan:


Preservación inmediata: Todo comienza segundos después de la muerte legal. La rapidez es crucial para mantener intactas las estructuras celulares, especialmente las del cerebro, que podrían ser esenciales para una futura reanimación.


Crioprotectores y nitrógeno líquido: Las soluciones crioprotectoras protegen los tejidos, mientras que el almacenamiento en nitrógeno líquido a -196°C detiene todo proceso biológico sin necesidad de energía eléctrica constante.


Infraestructura en Suiza: La EBF no solo almacena cuerpos, sino que investiga cómo mejorar la criónica, asegurando que los “pacientes” estén en manos de una fundación sin fines de lucro dedicada a la ciencia.


El costo no es bajo: $217,000 por el cuerpo completo o $81,000 por el cerebro. Además, hay una membresía mensual de $55 (o $550 anuales) que cubre equipos y entrenamiento de los equipos de espera. La mayoría financia esto con seguros de vida, una estrategia que Tomorrow Bio facilita, aunque también acepta ahorros o testamentos como alternativas.


Un contexto que resuena en 2025


El interés en la criónica no es nuevo. James Bedford fue cryopreservado en 1967 en EE.UU., pero Tomorrow Bio llega en un momento único. En los últimos tres meses (diciembre 2024 a marzo 2025), avances como el reportado por la Universidad Fudan de China, donde tejido cerebral humano fue descongelado con funciones intactas, han avivado el debate sobre la viabilidad de la reanimación. Aunque nadie ha vuelto de la criónica aún, estos pasos sugieren que la ciencia está acercándose a lo que antes era pura fantasía. Tomorrow Bio capitaliza esta ola, ofreciendo una opción concreta para quienes ven en la tecnología una puerta al futuro.


Con más de 700 clientes globales y creciendo tras su expansión a Nueva York, California y Florida en 2024, la empresa refleja una tendencia: la gente está dispuesta a invertir en la posibilidad de una segunda vida. Su modelo financiero también es intrigante. Al canalizar los fondos a la EBF, Tomorrow Bio asegura que no lucra directamente con las preservaciones, sino que reinvierte en investigación y mantenimiento a largo plazo, un enfoque que podría atraer a inversores en Fintech interesados en proyectos de longevidad.


Promesas y posibilidades


La criónica de Tomorrow Bio ofrece un abanico de beneficios potenciales:


Una segunda oportunidad: La esperanza es que la biotecnología futura, quizás con nanotecnología o impresión 3D de órganos, pueda revivir y curar a los preservados, desde cáncer hasta enfermedades cardíacas.


Preservación de la mente: Al priorizar el cerebro, la empresa apuesta por conservar lo que nos hace únicos: memorias, personalidad, conciencia. Algunos incluso imaginan un futuro donde la mente se “suba” a un sistema digital.


Exploración del futuro: Para quienes sueñan con ver el año 2100 o más allá, la criónica es como un boleto en el tiempo, una pausa hasta que la ciencia alcance lo imposible.


Pinheiro, cofundador, dijo en una entrevista reciente: “Creo que en mi vida, tengo 40 años, podríamos ver la reanimación de organismos complejos”. Esa mezcla de optimismo y pragmatismo es el motor de Tomorrow Bio.


Los límites y las dudas


Sin embargo, no todo es tan claro. La reanimación sigue siendo imposible hoy. Aunque se pueden cryopreservar embriones o tejidos pequeños con éxito, un cuerpo humano completo (o incluso un cerebro) sufre daños inevitables: toxicidad de los crioprotectores, estrés térmico, y la falta de oxígeno antes del proceso. Expertos como Clive Coen, neurocientífico de King’s College, argumentan que descongelar un cerebro sin destruir sus circuitos neuronales está a siglos de distancia, si es que alguna vez se logra.


Además, hay cuestiones prácticas y éticas. ¿Qué pasa si Tomorrow Bio quiebra? La EBF promete protección a largo plazo con fondos gestionados por voluntarios, pero depende de la estabilidad económica y política. Y luego está el dilema moral: ¿es justo ofrecer esperanza sin garantías? Kendziorra admite: “Hay una buena probabilidad, pero no lo sé con certeza”. Para algunos, eso basta; para otros, es un salto de fe demasiado caro.


Una apuesta financiera y tecnológica


Desde la perspectiva de Tech y Fintech, Tomorrow Bio es un caso fascinante. Su modelo mezcla innovación tecnológica con una estructura financiera diseñada para perdurar. Los $217,000 no son un pago único al azar—cubren transporte, equipos, personal médico y almacenamiento indefinido. La opción del cerebro a $81,000 reduce costos y espacio, mostrando una estrategia escalable. Al integrar seguros de vida, la empresa hace que la criónica sea más accesible, un enfoque que podría inspirar startups similares en el sector de la longevidad.


El vínculo con la EBF también es un giro interesante. Al ser una fundación sin fines de lucro, asegura que los fondos se reinviertan en investigación, no en ganancias corporativas. Esto podría atraer a inversores éticos o fondos de impacto que buscan tecnología con propósito, un nicho en auge en 2025.


¿Inmortalidad o especulación?


Tomorrow Bio no promete inmortalidad hoy, sino una posibilidad mañana. Es una apuesta: si te creman o entierran, tus chances de volver son cero; con la criónica, son más que cero. Para sus 700+ clientes y contando, ese “más que cero” vale la inversión. La empresa planea expandirse a nivel nacional en EE.UU. para mediados de 2025, lo que sugiere que la demanda seguirá creciendo.


¿Estamos ante el inicio de la inmortalidad humana? Tal vez no, pero Tomorrow Bio está plantando una semilla. La biotecnología avanza, y lo que hoy es imposible podría no serlo en décadas o siglos. ¿Qué opinas de esta tecnología? ¿Es una esperanza válida o una ilusión costosa?


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